Al escoger las cortinas, debemos tener en mente que no son objetos aislados, sino que interactúan de muchas formas, no solo con el resto de elementos, sino incluso con el ambiente exterior. Así, debemos poner especial atención a los colores que usaremos en la decoración general, al arreglo de los elementos, al espacio disponible y a la dimensión o escala de la ventana o vano; todo este conjunto determinará el tipo de cortina a usar.
Si hablamos de versatilidad, las cortinas clásicas son una elección segura. Quedan bien en casi cualquier ambiente, son fáciles de instalar y mantener y facilitan muchísimo la combinación de elementos de decoración. Sin embargo, existen muchas alternativas más modernas como las de tipo romano o tipo store, que se lucen extraordinariamente en grandes ventanales.
Es importante pensar en el tipo de sistema de las ventanas, de los vanos o puertas a cubrir. Esto determinará el tipo de cortinaje y materiales a utilizar. Imaginemos una ventana con hojas de sistema de vaivén o pivotantes, si utilizamos cortinas tipo store, habrá que mantenerlas totalmente plegadas para poder abrir la ventana, lo que no ocurrirá con cortinajes fijos o con modelos de cortinas clásicos en los que la apertura puede ser parcial.
No dejemos de lado los accesorios tales como cenefas, argollas, tiradores y otros elementos de moda. Son complementos que ayudan a acentuar la personalidad del diseño.
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Paola Hernández
